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El alto costo de “borrar y volver a empezar”
El alto costo de “borrar y volver a empezar”
Por qué Colombia necesita un Gobierno Colegiado que blinde la continuidad de Estado
“No es la falta de ideas lo que frena a Colombia, sino la incapacidad de darles continuidad”.
1. Cada relevo presidencial nos cuesta miles de millones (y tiempo que no vuelve)
- Proyectos inconclusos (“elefantes blancos”): la Contraloría General identificó 1 701 obras detenidas; la inversión enterrada supera $6 billones y el promedio de atraso es de 5 años .
- Programas desechados: la auditoría al OCAD Paz halló irregularidades por $12 billones en iniciativas que cambiaron de rumbo con la alternancia de gobiernos
- Mega-obras rediseñadas: Rediseños frenaron contratos; la línea elevada ya va en 50 %, pero pagamos años de atraso y sobrecostos.
A estas cifras directas súmele el «costo de oportunidad»: empleos que no se crean, servicios públicos que se aplazan y la desconfianza de inversionistas ante reglas de juego que cambian cada cuatro años.
2. ¿Por qué ocurre?
- Personalización del poder: cada mandatario busca dejar “su sello”, incluso si implica desmontar la obra de su antecesor.
- Ausencia de contrapesos internos: el gabinete depende jerárquicamente del Presidente; cuando él cambia, cambian las prioridades.
- Memoria institucional frágil: los equipos técnicos se deshacen con la rotación política y se pierde experiencia acumulada.
3. El modelo de Gobierno Colegiado: una alternativa probada
La figura —común en el Consejo Federal suizo— reparte el poder ejecutivo entre varios miembros con voto igual, reduciendo decisiones personalistas y garantizando acuerdos duraderos.
Cómo funcionaría en Colombia
Composición: Presidente(a) + 2 ex-presidentes ya legitimados en las urnas; idealmente los más recientes o quienes entre ellos acuerden participar.
Voto: 7 de 9 para reformas y mega-inversiones.
Transmisión de experiencia: Cada presidente saliente puede integrarse 4 años, renovables una sola vez por otros 4; luego no puede regresar.
Responsabilidad compartida: Hoja de ruta nacional a 10–15 años blindada contra vaivenes políticos.
4. Beneficios concretos
- Ahorro fiscal y eficiencia
- Menos obras frenadas y litigios contractuales.
- Compras públicas planificadas a largo plazo (escala y mejores precios).
- Estabilidad regulatoria
- Señal positiva para inversionistas: las reglas no dependen de la voluntad de una sola persona.
- Innovación con sentido de país
- Los proyectos “malos” se filtran antes de aprobarse porque pasan por múltiples miradas técnicas y políticas.
- Confianza ciudadana
- Un Ejecutivo que dialoga y acuerda reduce la polarización: distintas miradas confluyen en un objetivo común — el bienestar de los colombianos.
5. ¿Y la rendición de cuentas?
- Transparencia digital desde el día uno: todas las actas y votaciones del Gobierno Colegiado se publican en línea.
- Indicadores de continuidad: cada proyecto estratégico muestra su trazabilidad —inicio, avance, ajustes— incluso si cambia la administración.
- Evaluación independiente: la Contraloría y organismos ciudadanos auditan anualmente el cumplimiento del plan consensuado.
Mira mi propuesta completa como preCandidato a la Presidencia de Colombia en el 2026 en: https://socraci.com/view-post/gobierno-colegiado-para-una-colombia
Conclusión
Seguir apostándole al “borrón y cuenta nueva” nos está costando billones de pesos y décadas de atraso. Un Gobierno Colegiado no elimina el debate democrático; lo disciplina, obligando a que las grandes decisiones se tomen con visión de Estado y no de campaña.
La invitación: conversemos —en Socraci o LinkedIn— sobre cómo pasar del hiper-presidencialismo a un Ejecutivo colaborativo que honre el tiempo y el dinero de los colombianos.
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